Insólito. Una pareja de jubilados, residentes de Costa Azul, buscaron al hijo del pintor Pablo Picasso para mostrarle cuadros, cartones y dibujos cuyo valor alcanzaba los 60 millones de euros. El fin no era devolverle a Claude Picasso el legado de su padre, sino obtener los certificados de autenticidad.

El 9 de setiembre Pierre Le Guennec y su esposa se presentaron en París con una maleta que abrieron ante el hijo del artista y varios colaboradores expertos en detectar copias. Ante sus ojos vieron aparecer cuadernos llenos de dibujos, litografías deliciosos retratos a tinta de la primera mujer de Picasso, Olga Khokholova, collages cubistas que por sí solos valen 40 millones de euros, acuarelas del periodo azul, bocetos de manos, caricaturas, estudios para Las tres gracias dibujos y paisajes. Todo llevado a cabo por Picasso entre los años 1900 y 1932, uno de los periodos más productivos del artista. Los expertos, estupefactos ante lo que veían llegaron a la conclusión de que era imposible que alguien haya imitado tan perfectamente tantas obras, con tantas técnicas diferentes. Cuando pudieron reaccionar preguntaron la obvio: ¿Cómo tiene esto en su poder?

El anciano de anciano de 71 años, afirmó haber trabajado como electricista de Picasso en las últimos tres años de su vida y agregó que trabajó en sus tres residencias en Cannes y en Mougins.

Ante el descubrimiento, los seis herederos del pintor se reunieron para denunciar al electricista de robo.

Según Claude Picasso, hijo del pintor y administrador de su obra, "él guardaba todo, los billetes de metro, las entradas de una obra de teatro, o de una corrida de toros. Incluso las cuerdas que envolvían el correo que le traían cada día... Él pensaba que todo podía servir. Casi 200.000 objetos suyos se han conservado e inventariado [...]. Y dar así, un regalo de este calibre, no se tiene en pie, francamente. Todo eso era parte de su vida. Él era generoso. Pero también databa y dedicaba siempre sus regalos. Y Jaqueline podría haber regalado una postal o un libro pero todo eso... Está fuera de lugar".

Ahora, tras cuarenta años de permanecer escondidas en una pequeña casa al sur de Francia, el mundo se entera que existían 271 obras auténticas de Picasso.

Fuente: El País